Edgard Guillen. El actor, el amigo, el maestro. Lo considero un artista porque es un creador y no un llano repetidor de textos escritos. Lo considero el verdadero actor porque se basta a si mismo para llevar al espectador al lugar de los hechos. No se apoya en la parafernalia para hacerle creer al espectador que está recibiendo un trabajo de buen nivel. Y aún, habiendo hecho ya aparentemente todo lo que un actor puede hacer en su carrera, sale con esta Misa que, ahora, volviendo al estado primario del actor, como juglar, viaja hacia otras tierras llevando su ritual y no con pocas invitaciones a cruzar el mundo por diversas ciudades, empezando por supuesto, con su tierra natal. Edgard ha dicho que probablemente esta será la última obra que lleva a escena pero es difícil creerle... Su obra, esa energía que inspira ya está trabajando dentro de otros actores y actrices creadores. Edguitard eterno. En Mayo, en Arequipa. Cesar Chirinos.